jueves, 16 de diciembre de 2010

Relato del Camino Inca o Pueblo Viejo Incaico por Tito Macia

Se hacia el camino al andar ? Ciudacita o Pueblo Inca | Nevados del Aconquija Tucumán
Travesia 10 dias 8 noches de Montaña  | Primavera del año 2003 Salimos
desde los 2500m a los 4900m y terminamos en 900m sobre la Selva.
Relato de Tito Macia con fotografias de montanastucumanas.

La Finca del Tesoro y los caballitos aconquijanos


En la mañana del día 3, se unió a nuestra expedición Pablo Lozzia, el guia tucumano de origen italiano Pasamos por Amaicha del Valle y Santa Maria para entrar en el desierto de Catamarca llamado Campo de Los Pocillos, pues a pesar de su apariencia árida y desértica, a pocos metros de profundidad se encuentra el preciado líquido que mana de la Sierra del Aconquija y que queda soterrada en este lugar.

Dejamos la carretera asfaltada y atravesamos el desértico paraje hasta llegar a las faldas de la Sierra del Aconquija donde se encuentra la Finca de Tesoro, lugar del campamento uno y punto de salida.

De nuevo tratar de describir el paisaje a través de la palabra se transforma en una tarea penosa, mientras que la expresión gráfica da mejor cuenta de ello.


Pablo L. | Alfredo E. | Tito, Pato & Carlos
Acompaña a caballo Jesica Hija de Alfredo

En este lugar entra en escena Pablo Zelaya,Guia de alta Montaña, sin el cual hubiera resultado imposible realizar la expedición por multiples razones, una de ellas es sin duda su conocimiento del lugar y su experiencia en estas agrestes serranías. Pablo Z. y su Amigo Lozzia acompañaron en varias ocasiones a Orlando Bravo en sus visitas al lugar. Pero no es esa la razón más importante, sino los caballos.



Alfredo un baqueano de la serranía,  cría un tipo de caballo ligero, de patas finas, fuertes y nervudas capaz de trepar por lugares absolutamente alucinantes. Sin esos caballos, no sería posible llegar a la Ciudacita salvo para los deportista de élite. Los caballitos del Aconquija son de una raza especial y diría que única, ya me dijo Carlos que estos animales serían nuestro  mejores aliados, como sin duda así fue.

Montar a caballo,  !Dios mio¡ pero si no he montado sobre un caballo desde hace más de 30 años y en total no habré montado ni media docena de veces. Pensaba que tendríamos unas mulas de carga como las que habían en el pueblo de Sella hace años, animales dóciles y nobles que servian para todo, con ellos labraban la tierra, trasportaban las cosechas y los abonos y servían como transporte humano de arrastre, sus colas siempre límpias y trenzadas se usaban para agarrarse a ella y dejarse arrastrar por la empinadas pendientes de la serranías alicantinas.

Pero aquí sólo hay una pequeña mula blanca y el resto son caballos nervudos y ligeros. En esta expedición la comitiva se compuso de cinco caballos y una mula.


Jessica la hija mayor de Alfredo que tiene 11 años y nació un 20 de agosto del 92. Su día de nacimiento es un momento de energía radiante muy intenso, lo que en Astrología llamamos un nacimiento con muchas astrodinas. Las astrodinas para los astrólogos es una manera de pesar, medir o calcular la energía radiante de un momento, equivalente a los voltios, kilos, litros, metros o cualquier otro tipo de medida.



Jessica Escudero
El nacimiento de Jessica es de una energía extraordinaria y fuera de lo normal. El Sol se encuentra en el grado 28 de Leo, lugar del cielo donde "pesa" el máximo en astrodinas de calidad. La Luna está en el signo de Tauro, el segundo lugar del cielo donde tiene más astrodinas de calidad.   La Luna y el Sol forman un ángulo de 90 grados, lo que en astrología llamamos la cuadratura.

Para hacernos una idea del significado de estas energías podemos pensar en las mareas. Cuando la Luna y el Sol se encuentran alineados con la tierra, bien por ser Luna nueva o Luna Llena, las mareas que se producen en las costras marinas son mareas vivas o de máxima intensidad, la fuerza gravitacional de estos cuerpos celestes tira conjuntamente aumentando la elevación de la marea en varios metros en las islas del Pacífico, mientras que los días en que hay Luna creciente o menguante, como es el caso del cielo del día de nacimiento de Jessica, no hay mareas, se dice que son días de mareas muertas, porque el agua ni sube ni baja, la fuerza gravitacional de estos cuerpos celestes se contrarrestan la una a la otra, por eso son días de una energía celeste de muchas astrodinas o mucha fuerza.

Esta resonancia planetaria se puede asociar al esfuerzo, al trabajo, la acción sobre la materia, la fuerza para competir en este mundo material. Este ángulo pesa muchas astrodinas de fuerza, de capacidad de trabajo, señala esfuerzos intensos, capacidad de lucha por la vida, cargas adicionales y ataduras a personas, lugares o trabajos. Representa el ciclo cerrado de transformación de energías y falta de nitidez para percibir las carencias personales, indica encuentros con la realidad que suponen un gran esfuerzo.


El cóndor


Y el cóndor pasa, y nos mira, y trae a su compañera cóndor, y nos miran, y revuelan, nos miden, buscan si habrá aquí alimento para sus polluelos. Enormes aves dueñas de las alturas.

Condor Andino | Nevados del Aconquija Tucumán
A lo lejos divisan un becerrillo algo desvalido, el cóndor macho gira en el cielo y nos muestra su lomo blanco como las cumbres de las montañas, se lanza en vuelo descendente hacia el becerro, llega hasta el animal, lo agarra del pescuezo y con sus tres metros de envergadura lo eleva unos metros por encima de la tierra, el becerro berrea sacando la lengua, entonces la cóndor hembra entra acción y con un vuelo suave, pero preciso pasa delante y con su afilado pico corta la lengua del becerro que tarda pocos minutos en morir desangrado, el cóndor macho lleva el becerro hasta su nido.  Mientras tanto, la cóndor vuela girando suavemente, esperando, mirando, oteando, ha llegado la hora de comer.

Los cactus


Ir montado en un caballo aconquijano acompañado de los Escudero y El guía de alta montaña, es una experiencia mucho más intensa de la que uno se puede imaginar y casi imposible describir, pero de todos modos intentaré transmitirlo.  La primera hora de ir montado es bastante tranquila pues el camino es ligeramente ascendente y los caballitos andan, no trotan, no galopan, se va de maravilla, te da risita por dentro del gustito de ir montado y desplazándote sobre un terreno terriblemente pedregoso y lleno de cactus de todo tipo. En la parte más baja de la serranía hay cactus de tamaño de una persona, de dos, de tres y hasta de cuatro personas de altura, luego, más adelante son menos altos, pero enormes, hay asientos de suegra, unos cactus redondos de tamaño enorme que crecen en los lugares más impensables, lo mismo se crían en el hueco de una roca que en lo alto de un barranco. Hay una numerosa variedad de especies de cactus más pequeños, muchos de ellos están en flor.


Jessica Escudero no tiene hermanos varones, toda la descendencia de Alfredo está compuesta por mujeres, en la actualidad tiene cuatro hijas, la mayor es Jesica, es la baqueana del futuro, sin ella se perderán muchas posibilidades en estas serranías.

- Pa,  no puedo subir por aquí, el caballito no sube.    Dale, hija dale, agarrate de las crines.-  Y Jessica arrea al caballito y sube por pendientes pedregosas, angostas e increíblemente empinadas, como si estuviera montada encima de un gato.

Jessica gritaba: - Agarrense a la crines, acrinarse, agarrarse, acrínese, acrínese- Y para arriba, y así una y cien veces. 37 kilómetros de ruta de montaña donde no hay más camino que la imaginación, el resto son barrancos, quebradas, lomas y alguna senda pedregosa que deja marcado el poco ganado que pasta en estas alturas. Cuesta arriba hasta los 4300 metros en una sola jornada.



  
Más adelante aparecen otros cactus con flores rojas preciosas. Luego aparecen los cactus de San Pedro.  Dice Patricia que estos cactus son entheógenos, que quiere decir: estar en Dios. Son las plantas que los antiguos indígenas utilizaban para comunicarse con la divinidad. Es una planta sagrada para los antiguos habitantes del lugar. Por lo que comenta Patrica se trata de una sustancia que al ser ingerida reduce severamente los niveles de serotonina y provoca estados que pueden llevar a la experiencia mística, al descubrimiento de que uno y Dios es la misma cosa y que otro y Dios y uno es la misma cosa y eso a muchos los pone nerviosos, pues significa para el ego morirse un poco, morirse, dejar de ser yo. 

El cactus de San Pedro te abre una puerta hacia dentro y hacia fuera, hacia el Todo, fuera del tiempo, en el Ser.  Una experiencia a la que todo ser humano tiene el derecho de acceder antes de morir de verdad.  Un amigo de Patricia que nos ha ayudado a organizar este viaje le ha pedido por favor, que si puede que le lleve uno de estos cactus sagrados, se lo hemos dicho a Escudero y en la bajada se encargará de recolectar un par de ellos, uno pequeño para mí, para plantarlo en Sirventa y otro para Daniel, el amigo de Patricia.

El ascenso


Pasada la primera hora de ascenso la cosa se complica de golpe, hay que bajar por un barranco de más de 50 metros de profundidad por una senda que llamarle senda es puro eufemismo, es por llamarle alguna manera a una pequeña rampa de más de 100 metros, estrecha de nos más de un palmo y de tierra suelta con caída directa al fondo del río.  Los "huesesitos" del cuerpo te bailan, es como si las costillas quisieran salirse del cuerpo para no estar dentro cuando pase lo que te ves venir. Con perdón, el culo se te aprieta de tal manera que la rigidez de los glúteos supera el metal, te quedas tieso, miras al cielo, y dices, Señor, hágase tu voluntad.  Y !hala¡  para abajo, haciéndote el tonto, disimulando, por si acaso de te salvas de ésta.

Nos contaba al regreso nuestro guía Pablo Zelaya, que en otra expediciones a caballo, mucha gente se volvía de este lugar por que se sentían absolutamente incapaces de seguir, le invadía un miedo insoportable y optaban por regresar. De verdad que los comprendo, comprendería perfectamente que alguien en una situación como esta decidiera regresar, es absolutamente razonable y humano, tiene uno que sentir algo que sea más fuerte que la razón para seguir por aquí.  Es alucinante bajar a caballo por semejante barranco, después de esto, cuando llegas abajo y estás vivo y no ha pasado nada, el ombligo se encoge y se expande varias

veces, es como si dentro de la barriga viviera un enano que en ese momento se está partiendo de risa, y te ríes, vaya si te ríes, moqueas de risa de estar vivo y allí montado en el caballito aconquijano.

Después de un rato de caminar por el fondo del riachuelo, lo mismo pero al revés.
- !Acrínense, acrínense¡ Gritaba la Escudero de 11 años montada en su caballito saltando tierra arriba como si un gato fuera.  Y tu te acrinas, vaya si te acrinas, te sale no se donde una maña para agarrarte del pelo del animal y te acrinas y pones cara de póker y aprietas las piernas al animal y al final te unes, te integras con el noble caballo,  y tu y el caballo eres tu y te sale lo que llevas dentro de bravo, te sale lo bravo, lo fuerte, lo enérgico, lo que los astrólogos asociamos con lo Marte de cada uno.  Te sale esa parte del reflejo velado del dios Marte, en lo marciano que seas.


La pereza

Subimos y subimos interminablemente a lo largo de la mañana, llegamos hasta los 4000 metros y entonces empiezo a sentir pereza para escribir, pereza, Dios mio pereza, eso es un pecado mortal, pero sentía pereza no podía escribir nada.

La pereza según me comentaba mi amigo JM Ortiz tiene una relación directa con el desamor.  La pereza se combate con diligencia y la diligencia viene de hacer las cosas por amor.  La pereza es falta de amor a las personas o a las cosas. pero éste no era mi caso, la pereza que sentía era causada por la falta de oxígeno en el cerebro.(disnea)

Tan sólo tengo una nota que dice: "Delante de mis ojos aparece un espacio de planea enorme y plano, es un gran desierto medio arena y medio matorral pedregoso. Resulta muy difícil describir un paisaje tan enorme, creo que las imágenes podrán hacerlo mejor que las palabras. Es un espacio enorme, enorme, con un camino que cruza recto, recto.(intento dibujar el paisaje y quedan unas lineas tan solo del dibujo...... Me duele un poco la cabeza, me falta agilidad para pensar.....lo dejaré para cuando lleguemos al campamento"


Las piedras
Esta fue la última nota que pude tomar después de siete horas de cabalgada por los lugares más áridos, empinados y pedregosos que uno se pueda imaginar. El suelo que pisas es casi todo el tiempo granito despedazado, roca vieja rota una mil veces, montañas de piedras desmoronadas como ripios de desecho de casas rotas, de iglesias caídas, de ídolos troceados, de amores perdidos, del tiempo que pasó y pasó y de tanto pasar se rompió el tiempo, como el cántaro que va por agua y siempre al final se rompe, como el trocito de cerámica inca que me regaló Pablo Zelaya cuando estuvimos en las ruinas incas más abajo del campamento alto. 

Todo el monte es piedra de granito caída, piedra de cacolpirita que brilla y lanza destellos que parecen oro.  Oro de loco, pirita magnética que atrae metales y que tiene su estrella en cielo. Cuarzo blanco en bloques enormes y de todo tamaño, cuarzo blanco como la leche fría, como las casas blancas de los pueblecitos que baña el Mediterráneo, blanco intenso, como la nieve, como un folio blanco cuando no sabes que tienes que escribir que se vuelve más blanco por el blanco que a veces tienes dentro de la cabeza.

Guanacos y el camino del Inca

!Guanacos, guanacos¡ Gritaba Pablo Z..  Por la ladera de enfrente, justo al llegar al Camino del Inca se ve una manada de guanacos de colores acaramelados y blancos. Allá van por el otro lado del barranco.  El camino del Inca, al principio parece que es algo, sube por encima de una loma, al principio parece ancho, aunque lo de camino sigue siendo un absoluto eufemismo. No hay ningún camino en el sentido en que le podemos dar las personas urbanas, aquello es un pedregal alucinante, me parece tan duro y tan difícil, que ni se me ocurrió en ningún momento pensar en bajarme del caballo. El camino de Inca ni es camino ni es nada, es, como la vida misma, un lugar por donde debes de pasar y encontrarte con todas las piedras del camino, y, no es por contradecir al poeta, aquí no se hace camino al andar, se anda y ya está.

Apunados


Apunarse es algo que uno no espera jamás, apunarse es algo absolutamente inesperado para una persona que le ocurre por primera vez. 

Campamento 4700m La Junta | Nevados del Aconquija

Después de una noche de insomnio, dolor de cabeza y falta de oxígeno y de un día de la cabalgada más grande y más dura de toda mi vida, había que bajar.  Hay Dios mío, bajar por esas pendientes interminables y pedregosas. En la bajada ya no te puedes agarrara a las crines, aquí el equilibrio es mucho más difícil, el peso del cuerpo descansa sobre la parte central de las nalgas, la zona del perineo y el área del cuerpo donde penden esas cosas que tenemos los varones entre las piernas.  El caballito para abajo con la misma agilidad que cuando subía, animales increíbles, inimaginables, finísimos andando entre rocas partidas cuesta abajo, bien empinado, y tu arriba con el cuerpo medio roto, deseando llegar un poco más abajo para ver si respiras un poco mejor.

Ahí va Carlitos montado en su mula blanca, va contento, le da palmaditas en el cuello para congratularse con ella, parece que pretende ganarse el cariño del animal, pero a la mula no le hace mucha gracia que le palmeteen el cuello, debe ser una mula Acuario que no les gusta que les toquen la cara ni el cuello........-Chaly, Charly, hazme una fotito para que luego me vean que sino, no se lo van a creer.-  Y Charly cliquea su camara digital.

Pato & Tito
La primera parte del descenso la hicimos por el camino del Inca que es una especie de loma intermedia entres dos barranquillos descendentes.  Bajando, en la ladera de la izquierda veo algo que se mueve,  si, se mueve, son como ardillas enormes con cola gorda, son unos bichos peludos de color acanelado o eso me parecen, que se mueven con la agilidad de una ardilla......son los chichillones, aquí debe de haber una colonia de ellos.

En vista de que no hemos podido llegar a Ciudacita, Pablo Zelaya, para compensar el viaje propone llevarnos a unas ruinas incas( tambo inca) que están un poco más abajo desviándonos un poco de la ruta anterior.  Al poco rato llegamos a un lugar de extraordinaria belleza donde están las ruinas de lo que debió ser un emplazamiento Inca, militar por su situación dominante en lo alto de un collado en forma de T que da paso por un lado al Camino del Inca y por otro a la bajada a los valles del fondo y al resto de la serranía del Aconquija.

Pablo Zelaya dice que esta construcción la hicieron los mismos de la Ciudacita. Esta observación me ha hecho meditar. Estoy seguro que Pablo dice lo correcto, es inteligentísimo además de un deportista de elite extraordinario.  Recuerdo que se subió andando, tirando del caballo de carga y con la mochila y  llegó el primero. conoce cada una de las plantas y lugares de agua de muchos kilómetros cuadrados de la Sierra y desde luego su capacidad de observación es muy notable.  Si dice que estas construcciones son iguales o se observa en ellas la misma mano, es debe ser así.

Al llegar a las ruinas me he interesado en ver si quedaban vestigios de puertas o ventanas pues dependiendo de su diseño se puede saber a que cultura pertenece.  Según OB las construcciones incas tienen la peculiaridad de que la forma de la ventanas y las puertas es trapezoidal, es decir son más anchas de abajo que de arriba.

En primer lugar busqué restos de una puerta, pero no habían, estaba todo bastante derruido. La primera construcción era una especie de nave muy alargada, de unos seis metros de ancho por treinta o cuarenta de largo.  En una de las paredes interiores encontré una ventanita, luego otra, y por último había otra que le faltaba la tapa de arriba. Con la ayuda de Pablo pusimos una losa plana sobre el hueco y así quedaron tres pequeñas ventanas con forma trapezoidad típicas de los constructores incas.

Si Pablo está en lo cierto y no hay porque dudarlo, ya que él a subido más de cien veces a la Ciudacita y lo conoce a la perfección, si afirma que son los mismos constructores o el mismo tipo de construcción, se puede deducir que la Ciudacita del Aconquija es de origen incásico.

Este lugar del Aconquija, desde mi punto de vista no puede ser otra cosa que una construcción militar, pues aparte de esta especie de nave, en los laterales hay unas construcciones más pequeñas que tienen toda la pinta de ser lugares de observación.

Desde aquí se controla el Valle de Santa Maria, el desierto de Catamarca y el Camino del Inca.  Si este lugar es una construcción militar y la Ciudacita está construída por las mismas manos, significa que está construída por militares Incas, tal como afirman investigadores como Wurschimidt quién dice que estas construcciones (refiriéndose a la Ciudacita) tenían fines militares y religiosos. Por otro lado Teresa Piossek quién integró la expecidión a la Cuidacita en 1984 afirma que "además de observatorio y centro astronómico y ceremonial, la Ciudacita era un centro privilegiado de observación de movimientos de la llanura tucumana y de sus gentes, mucho dee llos tribus depredadoras y caníbales de origen amazónico como los Lules.  "Los Incas que tenían obsesión con estas gentes depredadoras y caníbales de origen amazónico, construyeron fortalezas o puestos de vigilancia a lo largo de la frontera del Imperio"

Otro arqueólogo norteamericano apellidado Hyslop, especialista en el tema de los Incas, que visitó las ruínas en 1986 dice también que estas construcciones son las ruinas incásicas más importantes que él ha visto desde el Cuzco al Sur.  Por todo ello podemos aceptar que la Ciudacita es una construcción astronómica, religiosa y militar, pero principalmente militar, como lo son estas ruinas que estamos observando.

Tres horas mas de bajada y parece que aún estamos arriba, pues la llanura del Valle de Santa Maria aún se ve como un mar de arena infinito. Bajando y bajando, zinzangeado veredas sin fin. El dolor empieza a ocupar buena parte de la atención, te duelen las rodillas,  las lumbares y sobre todo debajo del trasero, ya nos sabes como sentarte y aguantar el equilibrio cuesta abajo con una animal que da saltitos para bajar.  Si arriba el frío ahora empieza el Sol que pica y quema como si fuera la luz de una lupa. Me quemo el dorso de las manos por sujetar las riendas del caballo.
 
Dos horas más de cabalgada y ya nos acercamos a la Finca del Tesoro, pasamos de nuevo por el lugar de los cactus.  Alfredo recuerda perfectamente que le pedí que me recogiera un cactus y en este momento me entregó uno que pienso llevarme a España y plantar en Sirventa.   Al dármelo, Patricia le recordó que ella quería uno bien hermoso para su amigo Daniel.  Anduvimos media hora más hasta que Alfredo divisó a más de veinte metros un cactus, paró la comitiva y fue a recogerlo.

Relato de Tito Maciá.

Edad: En el año de la subida al Aconquija por primera vez.  55 años.

Profesión: Profesor de astrología y buscador de estrellas bebenias.

Nacionalidad:  Español, de la parte del Mediterráneo. de Alicante.

Adicto a los viajes de aventura cultural. He viajado por el norte hasta las Islas de Vallaam en el lago Ladoga, casi en el fin de mundo por arriba en busca de la oración perdida. He navegado por rios interminables hasta llegar a los Urales en el fondo de Rusia en busca de cristales maravillosos. He recorrido todo el Magreb, desde el Atlantico, pasando por el Atlás hasta el Mediterráneo, mirando el cielo para buscar estrellas bebenias. He llegado hasta los montes del Líbano y al desierto del Sahara, buscando un cielo adecuado. He paseado por la selva colombiana buscando naturaleza viva, he atravesado todo el continente sudamericano detras de un amor. De Buenos Aires hasta Colombia, pasando por Venezuela y Brasil y he visitado otros muchos lugares de Europa que se funden con el Oriente.

gracias Tito...

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